domingo, 3 de marzo de 2013

Una libreta brillante para mi amiga Alicia



         Qué hermosa es la amistad, la verdad uno entiende a Epicuro, o a Sócrates, tras pasar un buen rato con un buen amigo. El otro día me compré una libreta, al abrirla me di cuenta de que era muy brillante y femenina, demasiado para mí, pero perfecta para mi buena amiga Alicia. A Alicia le gustan mucho las cosas brillantes, sobre todo los zapatos, se los compra de charol, y si por ella fuera tendría muchos pares. A mí me divierte mucho, ya que no veía zapatos de charol desde que era niño y me los ponían para las bodas, los recuerdo tan estrechos como brillantes, y no me gustaba nada llevarlos porque me hacían daño y me parecían de niña. Me encanta verlos abrigando los pies de Alicia.
Esta es la dedicatoria que le he puesto en la libreta:   


Una libreta brillante para mi amiga Alicia

Brillante es tu cara, tu mirada y tu sonrisa,
y la luz que desde lo más hondo de tu alma,
tu ser irradia:
clara como la luna, desnuda como el pico
de una montaña, pura como el mar.

Y lo mejor de todo es que tú no lo sabes,
crees ser normal, del montón, ordinaria,
como un gris ser más que invisible pasea
en un gris día lejano a la primavera.

Pues no, brillante eres, brillante y clara,
desnuda y brillante, brillante y pura,
no temas más Alicia, a tus dos poetas
has encontrado, y ellos te cantarán,
y tú, cantaras con ellos, con tu verde voz
de ninfa de los bosques, verde como
los prados, la primavera, la esperanza.

Brillante es tu cara, tu mirada y tu sonrisa,
y la luz que desde lo más hondo de tu alma
tu ser irradia.
Brillante es tu cara, brillantes son tus ojos,
brillantes tus dientes,
brillante son tus ropas, negras y brillantes,
brillante el charol de tus zapatos,
y brillante es ahora también tu libreta.




A.M.B.
Marzo de 2013

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