Nací del amanecer
Nací
del amanecer,
sí,
soy orgulloso hijo de la Aurora,
una
de sus infinitas partículas de luz
me
engendró desde el Amor.
Vivo
en constante movimiento,
lucha
perenne
en
el centro del debate
entre
la oscuridad y la luz.
Aunque
nunca veo el Sol,
soberano
del cielo
que
siempre me sucede,
lo
sé claro en la retaguardia,
preparado
para dar cobijo al mundo,
para
ser su techo,
para
calentar la pradera
y
hacer la hierba crecer.
De
este a oeste,
de
oriente a poniente
es
mi eterno movimiento,
y
mientras los demás duermen
soy
el primero en contemplar el mundo:
cubierto
de escarcha o de rocío,
de
niebla en los hondos valles,
y a
veces, sólo a veces,
de
la más pura claridad.
Nací
del amanecer,
y
con mi llegada despierta el mundo
y
cantan las alondras
y
baten sus alas los palomos
y
revolotean juguetonas las golondrinas
y
yo con ellas vuelo,
adelante,
siempre
adelante,
de
este a oeste,
de
oriente a poniente
en
mi eterno movimiento.
Nací
del amanecer,
y
algún día no muy lejano,
a
la luz
le
acompañará mi canción.
A.M.B.
Marzo de 2013
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