Adivina
adivinanza
Nos
puso Dios en el cielo para tu hermosura contemplar, ya que es tal esta, que con
los dos ojos del que te ama no es suficiente. Estamos lejos, muy lejos. A
algunas nos ves pero ya no estamos; igual que Ovidio murió pero sigue recitándole
al mundo sus versos. Una vida tuya es un breve instante en la nuestra. Somos
tantas como granos de arena hay en el Sahara, mas hay una que la mitad del
tiempo nos eclipsa a las demás, es muy egocéntrica y todo gira alrededor suyo,
o al menos eso cree ella. Aún así cuando no nos ves seguimos estando. Velamos
por vosotros los hombres, somos vuestros guías, de nuestra mano cruzasteis los
desiertos, los océanos, las montañas, la estepa y las planicies. Entre todas
formamos un gran lienzo, lleno de vida y de formas; es éste un lienzo
detallado, con un alto contenido intelectual, con un desarrollo iconográfico
extensísimo y que al verlo, irremediablemente, te hace pensar. Así te ponemos
en tu sitio, te recordamos lo pequeño que eres, la brevedad de tu existencia,
tus límites espaciales, temporales y cognoscitivos; en definitiva, te ponemos
en perspectiva. Ni el científico que más cree saber se siente seguro al
admirarnos, y es que hay misterios que deben permanecer sin resolver, hay
enigmas que el hombre jamás podrá explicar ni a través de la filosofía ni de la
ciencia, he aquí vuestra libertad. Tan solo a través de la poesía, del arte, me
podrás captar, llegar a mi esencia, sentir, contar.
¿Qué
somos?
A.M.B.
Mayo
de 2011
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