A Francisco Rubén Rosa
El Poeta
Entro ayer el poeta en mi casa,
clamando, llorando:
“No
soy poeta” – decía.
Yo sin entender muy bien
veía algo que él no veía,
y lo escuchaba pensando,
¡ay de aquél! que solo ve
poesía,
que la ve en la noche y la ve
en el día,
¡ay de aquel! que tan ciego de amor
va,
y tan sordo de dolor,
que todo lo ve, que todo lo
escucha,
todo, menos una sola melodía,
la propia,
la que con su sangre,
y en su día a día,
él escribía.
A.M.B
Mayo de 2011
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