domingo, 3 de marzo de 2013

Adivina adivinanza I



Adivina adivinanza

Suelen ser de tamaño pequeño, siempre cubos rectangulares, más altos que anchos. La profundidad, depende. No por ser de mayor tamaño contienen más. Los hay de todos los colores, como de todos los países. En ellos aún sigue en pie la torre de babel. Tan limitado es su exterior, como ilimitado es  su interior; son verdaderos agujeros negros. Cada uno dellos es único pero produce tantas reacciones como hay gente. Para forjarlos hay que talar árboles, despellejar animales, sudar tinta, sufrir y amar. Tienen un olor delicioso, muy característico. Unos describen, otros explican, otros narran y hasta algunos dictan. Los hay dogmáticos, cínicos, escépticos y relativistas. Aquél que busque la máquina del tiempo, que no busque más, en ellos la hallará. Algunos te llevan de viaje por el mundo, por los planetas, por la infinidad del universo; otros te llevan de viaje al interior del alma, unas veces la propia y otras la ajena, y algunas veces la propia y la ajena se funden. Los hay que te hacen reír y también los hay que te hacen llorar; incluso los hay que te harán reír y llorar a la vez. Algunos albergan la vida y otros la muerte. Dentro dellos viven todo tipo de seres: buenos y malos, frívolos y profundos, simpáticos y antipáticos, entrañables y odiosos, fantásticos y reales, dioses y mortales; femeninos, masculinos y hasta hermafroditas; del ayer, del ahora y del mañana. Son algunos de naturaleza musical y todos de naturaleza promiscua; se dejan querer, esparcen su amor y tienen infinidad de amantes. Son todo menos avariciosos, comparten su tesoro con el mundo. Tienen un valor ficticio muy bajo y un valor real incalculable. Son longevos, su vida equivale a la suma de la vida de muchos hombres. Son el telégrafo entre generaciones. Cada uno dellos cambia tu vida irremediablemente. Están pasados de moda pero sin ellos el hombre no sería lo que es, y la existencia perdería peso y valor. Algunos son adorados y venerados como si de Dioses se tratara. Son los guardianes de la sabiduría. En toda ciudad, en todo pueblo, tienen su templo. En toda casa tienen su altar.

¿Qué son?


A.M.B.
Mayo de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario