martes, 22 de diciembre de 2015

Saudade




Saudade

Cuando tú no estás tampoco estoy yo.
Sigo teniendo dos pies, dos piernas,
dos brazos, dos manos, dos ojos,
Sigue mi nariz, mi boca, mi torso.
Mi corazón todavía late mecánicamente,
pero tras descender del sueño
recobrando la consciencia
no se acelera al encontrarte a su lado.
Sin embargo, una parte de mi alma,
la que vive entrelazada a la tuya,
se ha ido.
Anda deambulando confundida
a merced del viento,
incansable,  inquieta,
esperando encontrarte
a la vuelta de cada esquina;
desolada al no hacerlo.
Al irse, deja un incómodo vacío
imposible de llenar sin tu
cálida, callada y cariñosa presencia.
Y es que el alma,
esencia misteriosa que nos define
desde la verdad inmaterial,
no siempre va de la mano del cuerpo.


A.M.B.

Diciembre de 2015

2 comentarios:

  1. Hermoso texto, emotivo y elegíaco, hecho con la textura de la melancolía. Al cabo, la poesía no es más que dar voz a la ausencia. Gracias por el poema y un abrazo cordial hecho de tinta y esperanza. Feliz año nuevo.

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    1. Gracias por tu comentario, tan bonito y sentido. ¡Feliz año a ti también!

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