Mi fortuna
Soy tan rico
-y tan pobre-
como el amanecer,
o como el sonido
de las olas que mueren
en la arena de la playa,
o como el canto de los pájaros
que llena el silencio del campo.
Toda la plata de la luna
que ilumina la noche,
y el oro efímero que el sol
de la tarde derrama,
de la tarde derrama,
me pertenecen;
¡son míos!
Y dime, hoja en blanco,
¿dónde puedo yo amasar
tan fecundo patrimonio?
A.M.B.
Enero de 2016
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