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lunes, 1 de marzo de 2021

Adivina adivinanza XXIII

Adivina adivinanza


Soy la voz que te guía en el silencio

La fuerza que te empuja a escoger

El sol que calienta tu pasión

Y el viento que infla tu vela

Soy la mano que da forma a tu esencia

El tacto que rememora tu ser

El agua que te fecunda 

Y el brote verde que quiere nacer

Esclava de tu voluntad

Títere en tus manos

Encadenada a tu libertad

Solo a través tuyo me puedo liberar

¿Qué soy?



A.M.B.

Febrero de 2021



viernes, 22 de enero de 2016

Adivina adivinanza XXII

Adivina adivinanza XXII

Soy un haz de luz
que nunca se extingue
expandiéndose
en constante purga con la nada.
Habitan en mí
todas las posibilidades del universo
mas tan sólo las elegidas
se materializarán,
y es que existo
en ese lugar previo a la materia;
soy pura abstracción,
corre por mis venas la ilusión,
soy un amanecer
que anunciando un nuevo día
le falta algo para ser todavía.
Estoy fuera del tiempo
y cuando muero
echa este a rodar.
Nada me precede,
y sin embargo,
me sucede el infinito.
Soy la semilla
de la que brotan las ideas,
el capullo en el que florece la vida,
el germen de la creación.
Soy, seré, fui,
la primera nota,
el primer compás,
de toda canción.

¿Qué soy?





A.M.B.

Diciembre de 2014

domingo, 3 de marzo de 2013

Adivina adivinanza XXI



Adivina adivinanza

Nací Yo primero y de mí
nació el mundo:
los árboles, las flores,
los valles, las montañas,
los pájaros, los animales, los peces,
el desierto y el mar,
las olas y las dunas,
el sol, la luna y las estrellas,
el eclipse, el ocaso y la aurora,
la estrella fugaz;
el ser humano,
la filosofía, la poesía, el Arte;
su sonrisa, sus manos,
sus oscuros ojos infinitos.  
Puedes sentirme,
mas nos soy sensación,
puedes pensarme,
mas no soy esencia;
soy todo eso y mucho más.
Soy la que te da la mano,
la que te guía,
la que habita en tu alma
y debes aprender a escuchar.
Sólo a través mío podrás retornar,
pues del uno venimos
hasta convertirnos en la diversidad;
infinitas expresiones
de una cosa nada más,
infinitas notas
en una sinfonía eterna y celestial.
Soy el daimón, Hermes, el mensajero,
a través mío con la Divinidad,
podrás contactar.
Mírame,
con el ojo de tu alma;
escúchame,
con tu oído eterno;
siénteme,
con lo más profundo de tu ser;
ámame,
como el cisne blanco te enseño a Amar.
Solo entonces me podrás cantar,
y al cantarme irremediablemente verás
que no mueren nunca en la orilla
las olas del mar.
Dame la mano, danza conmigo,
olvídate de tu miedo a volar,
y ascendamos juntos
hasta llegar a aquel lugar,
en que todo es uno,
Uno, y nada más. 

¿Qué soy?





A.M.B.
Enero de 2012

Adivina adivinanza XX



Adivina adivinanza

Vivo en un mundo lleno de gigantes que actúan de la forma más extraña. Normalmente emiten unos ruidos bastante agradables, sin embargo cuando se acercan a mí emiten ruidos absurdos, estridentes, falsos. Se juntan muchos a mí alrededor y me observan fijamente haciendo muecas de lo más desagradables, emitiendo sus extraños sonidos, hasta que me cogen con dos palos que les salen y que a mí me parecen larguísimos, casi infinitos. Entonces me levantan y me pasan de unos a otros, como si de un trofeo se tratase. Vivo sumido en una gran confusión, todo es nuevo para mí, no sé de dónde vengo, creo que debo tener alzhéimer o algo así. Solo recuerdo que hace poco me sentía mucho más seguro y calentito, aunque es un recuerdo vago, impreciso. Sin embargo hay entre todos estos gigantes uno que me encanta, que me hace sentir seguro. Cuando es ella la que me levanta me siento en casa. Me encanta su olor y cuando me apoyo en ella oigo un ruido rítmico que me hace sentir como que nada puede pasarme. Tiene además una fuente de la que emana mi alimento, es este tibio, dulce, sabroso y cuando estoy bebiéndolo no deseo estar en ningún otro lugar. Siento una extraña sensación hacia esa encantadora gigante, es como si yo fuera parte de ella, o ella de mí. Sé que con ella cerca puedo estar tranquilo, cuando me mira sus ojos brillan de una forma especial que me hacer sentir como que soy lo que más le importa, y si lloro ella me consuela y de repente se desvanece cualquier temor. Esta ella muy a menudo con otro gigante al que también he cogido mucho cariño, le brillan a él los ojos también al mirarme y aunque de él no surge tibio y delicioso alimento algo me dice que los tres formamos uno. Cuando aparece el rítmico ruido de la encantadora gigante, ese que tan bien me hace sentir, se acelera. Todo es nuevo para mí, siento gran curiosidad pero no logro entender nada, ni dónde estoy, ni por qué, ni cuando llegué, ni cómo, ni por supuesto:

¿Qué soy?


A.M.B.
Junio de 2011

Adivina adivinanza XIX



Adivina adivinanza

Soy plano, podría parecer que bidimensional, sin embargo encierro la tercera dimensión, la cuarta, la quinta, la sexta… Creo espacio donde no lo hay, doy al cuarto pequeño profundidad y al grande lo agrando aún más. Hablo más de lo que debiera, digo siempre lo que me pasa por la cabeza, por eso a veces no caigo bien: al gordo le llamo gordo, y al guapo, guapo; y al calvo, calvo; si te ha salido un grano te lo digo, y si el paso del tiempo te ha arrugado como una pasa, ¿tú crees que me lo puedo a callar? No, yo no, soy impertinentemente honesto, arrogante, me creo en posesión de la absoluta verdad. Es por eso que cuando enfrentas a dos de nosotros nos debatimos hasta el infinito, nunca llegando a un acuerdo; así somos de orgullosos. Y es que siempre tenemos razón, somos absolutamente sinceros, de la forma más cruda posible. Por eso la gente nunca nos lleva a las fiestas, se recrean con nosotros antes de salir, nos preguntan cómo les queda el traje, o el vestido, o los pendientes, pero no escuchan nuestra respuesta sino la que ellos quieren oír; luego nos dejan en casa, será porque no tenemos modales de salón. Sin embargo, no a todos caemos mal, los hay que tan solo en nosotros encuentran la belleza terrenal, como aquel joven y bello griego que solo pudo enamorarse de mí, o de él, o de mí en él, o tal vez de él en mí. Soy un maestro ilusionista cuya ilusión es reflejo de la Verdad.

¿Qué soy?



A.M.B.
Junio de 2011

Adivina adivinanza XVIII



Adivina adivinanza

Encierro las cosas pero no soy una cárcel, aunque a veces sí tengo cerradura. Somos muy polifacéticos y a pesar de que hacemos casi siempre la misma función tenemos muchos y variados clientes. Trabajamos para los calcetines, las camisas y la ropa interior. Los profesores nos ponen al servicio de todo aquello que confiscan: tirachinas, peonzas, canicas, cromos, cerillas, cigarrillos… Otras veces soy muy serio y ordeno papeles importantes, cuentas y recibos. También soy práctico y guardo cuberterías, rodillos, abrelatas…  Soy una casa dentro de una casa. Entro y salgo, salgo y entro, solo me sé mover en posición horizontal. Los gitanos me quieren mucho pero siempre que se acercan con la guitarra temo, ya que sé que me van a golpear; aun así no me importa pues con ellos encierro arte. Soy el que trae el orden a una casa y el que lleva el compás.

¿Qué soy?




A.M.B.
Mayo de 2011