4 de Diciembre de 2015
Medina-Sidonia
Se ha
hecho una nueva amiga en el pueblo. La dueña de una tienda de productos
ecológicos. De su bolso comienzan a salir bolsas de tés de hierba y una miel
que según le aseguran es la mejor de todo Cádiz. Le ha dicho que todo el mundo
en el pueblo usa veneno en las huertas. Me dice que se llama Arancia, a lo que
yo le respondo, “Arantxa”. Eso, repite, “Arancia”. Y se dice para sus adentros
muy convencida, “Arancia, claro, naranja”. Se sienta en su mesa, con su
humeante taza de té, entre sus dibujos ordenados en armonioso caos, y mientras
da un sorbo silencioso contempla dos potes de cristal rellenos de conchas
vacías de caracoles, o cabrillas, como aquí las llaman.
A.M.B.
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