Funambulistas de la existencia
Dos
inabarcables infinitos,
hacia
dentro: alma;
hacia
fuera: universo;
¿la
existencia? una cuerda floja.
El
ojo desnudo recorre la orilla
incapaz
de echarse a la mar,
inabarcable
vientre que nos llama
inundándonos
de hondo sentir,
reafirmándonos
en el creer,
enseñándonos
a mirar
con
los ojos del alma
que
no son nuestros,
son
prestados,
y con
ellos, y las estrellas,
podemos
navegar.
Queda
buscar el equilibrio,
echar
a andar por la cuerda,
superar
el miedo
convirtiéndonos
en
funambulistas
de la existencia.
Entonces,
cuando
la fe acalla el miedo,
del
silencio brota una música
sublime
y celestial;
todo
tiene sentido,
todo
gravita en torno a un centro,
y
el movimiento suena.
Cierro
los ojos, te veo,
bailas
en esa cuerda.
Eres
ninfa de las aguas
que
ingrávida flota
ajena
a los abismos,
al
vértigo.
Eres
bella y graciosa,
tu
pecho apunta al cielo,
y
giras en torno a ti misma
al
ritmo de los astros.
Eres
una con el cosmos.
Pero
de pronto
desapareces,
mi
mirada te busca
mas
tú ya no tienes límite.
Yo
te sigo sintiendo,
no
estás mas estás,
eres
ausencia de ser
que
por todo se difunde,
eres
la nada
que
al todo hace brillar.
A.M.B.
Mayo de 2013
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